¡Por fin ha llegado! La parte más simple de la producción Karma es elaborar cerveza y está entre nosotros. Una historia sin florituras, la de K, una joven agresiva y poco popensa al compromiso. La síntesis del Karma, que se consume en contextos diferentes y más dinámicos de las habituales huellas de la artesanía. En el bar, por ejemplo, como aperitivo o como un buen refuerzo para las noches sin preocupaciones. Está la quinta Lager rubia, la roja 6.5 °, la fuerte octava. Todo Karma, todo K, todo listo para ser notado.